Para los que no estan porque no quieren estar...
Mi eterno adios, un cuidense, y una simple cordialidad, porque no es cariño lo que les entrego en cada saludo, sino simple, fria, meticulosa y diplomática etiqueta.
El adios es del afecto, no de la presencia.
A todos los suicidas de amistad, a todos los vendedores de afecto, los liquidadores de amores,
Un eterno adios,
adios a su nesedad.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, dicen.
En cambio les digo, no hay peor idiota que el que ayuda cuando no es bienvenido.......
Me hecharon muchas veces ya, puede que sea idiota, calculo que lo soy, pero nunca masoquista...
Por eso me despido de ustedes, de pensar por horas en su estado, si se encontraban bien, si podría ayudarlos en algo para no caer, para que se mantengan siempre por un buen rumbo.
Mis felicitaciones, lo lograron, una boba menos ilusionada con la existencia de samaritanos desinteresados
lo simplifico...
hasta siempre
Belenchus
Conductores Suicidas - Joaquin Sabina
No voy a negarte que has marcado estilo,
que has patentado un modo de andar
sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta hespidita ciudad...
sabias hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón,
tu que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón.
buscando en la basura un gramo de locura,
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no halla quien lo motive,
que has perdido siete quilos en un mes,
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?
"no es asunto tuyo -me dirás- y punto"
pero reconoce que es crudo aceptar
que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar,
y búscate la vida, en dirección prohibida,
pero no impedirás que levante mi vaso
a tu mala salud y te invite a brindar,
muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar,
así que tu ni caso,
por no agobiarte paso
de hacerte la cuenta de las papelinas,
de que no te fíe ni rafa el del pub,
de que vendas chapas en ciertas esquinas,
de que te conozcan en cada hospital.
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?
Y cuando por la calle pasa la vida como un huracán, solamente nos queda... observar... y aprender a esquivar los manotazos del viento...
Belen!
sábado, 21 de julio de 2007
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